Cepillo de dientes: ¿es mejor eléctrico o manual?

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¿Te preguntas si es mejor el cepillo de dientes eléctrico o el manual? Aquí te contamos las características de cada uno para que puedas elegir el mejor.

Última actualización: 07 marzo, 2022

Tanto el cepillo de dientes eléctrico como el manual pueden realizar una adecuada higiene oral si se emplean de manera correcta y frecuente. Pero existen características particulares en cada una de estas opciones que los hacen preferibles frente a ciertas necesidades.

Bien utilizados, ambos permiten eliminar la placa bacteriana que causa la caries, la gingivitis, la piorrea y otros problemas en la boca. No obstante, los cepillos eléctricos pueden simplificar y optimizar la tarea para reducir el riesgo de cometer errores.

La Asociación Dental Americana (ADA, por sus siglas en inglés) coloca un sello de aceptación en los cepillos de dientes que son seguros y efectivos, más allá de si son eléctricos o manuales. Así pues, a la hora de elegirlos es conveniente buscar este aval.

En cualquier caso, el dentista puede ayudar a elegir la mejor opción según las necesidades individuales. ¿En qué se diferencian? ¿Cuáles son sus beneficios? A continuación, detallamos las particularidades de cada tipo de cepillo. ¡Sigue la lectura!

Beneficios del cepillo de dientes eléctrico

A la hora de elegir entre un cepillo de dientes eléctrico o uno manual, conocer los beneficios y las desventajas de cada uno ayuda a tomar la decisión. Para empezar, detallamos los puntos a favor que tienen estos pequeños electrodomésticos de la higiene personal.

Los cepillos de dientes eléctricos son aquellos que funcionan a pila o batería. Sus cerdas vibran o giran de manera automática, lo que genera micromovimientos que ayudan a eliminar la placa bacteriana de la boca.

Son capaces de mover las cerdas del cabezal en distintas direcciones —vertical, horizontal, circular— y, por tanto, posibilitan una higiene bucodental más fácil y completa. ¿Hay otras ventajas? ¡Sí! Veamos en detalle.

Más eficaces para eliminar la placa bacteriana

La placa bacteriana es una película pegajosa formada por bacterias y restos de alimentos que se adhieren a las superficies dentarias. Su formación es constante, incluso en aquellos momentos en que no se consumen alimentos.

La permanencia y el acúmulo de este residuo es responsable de las principales patologías orales, como las caries, la gingivitis y la enfermedad periodontal. Para evitar estos trastornos, una adecuada higiene dental es fundamental.

Como mencionamos al principio, la correcta eliminación de la placa bacteriana es posible mediante el uso de cepillos de dientes manuales y eléctricos. Sin embargo, algunos estudios postulan que los últimos disminuyen más bacterias y reducen la gingivitis.

Esto sucede por la disposición del cabezal y los movimientos que las cerdas realizan, ya que permiten alcanzar con mayor facilidad las zonas de difícil acceso y limpiar todas las caras de las piezas dentarias.

Otros estudios también describen una reducción del tiempo de cepillado. Al comparar la duración de la actividad para eliminar la misma cantidad de placa bacteriana, los cepillos eléctricos permiten hacerlo más rápido que los manuales.

El cepillo de dientes eléctrico permite remover la placa bacteriana de forma óptima. Además, asegura un tiempo adecuado para el cepillado.

Fáciles de manipular

Cualquier persona puede utilizar los cepillos eléctricos. Los niños, los adultos e incluso las personas con alguna minusvalía física o mental pueden aprovechar sus ventajas.

De hecho, aquellos con movilidad reducida consiguen cuidar su boca de manera adecuada con esta herramienta. Por ejemplo, los pacientes con artritis, problemas de túnel carpiano o con discapacidades del desarrollo.

La forma del instrumento, con un cabezal pequeño y un mango largo, lo hacen fácil de manejar. La manera de utilizarlos es sencilla, similar a un cepillo manual, pero el artefacto hace gran parte del trabajo.

Además, disponen de funciones complementarias como el temporizador. Esto permite controlar el tiempo de cepillado para que dure los 2 minutos recomendados.

Protegen las encías

Los cepillos eléctricos son ideales para aquellas personas que sufren daños en sus encías, como la gingivitis y la retracción gingival. En concreto, evitan traumatizar las mucosas. Por lo tanto, son de utilidad para esos pacientes con tendencia a realizar cepillados muy agresivos.

Los dispositivos cuentan con un sensor de presión que detiene el movimiento si la persona está realizando una fuerza mayor a la recomendada. Esta misma función es idónea para evitar la abrasión o el desgaste del tejido dentario por una presión excesiva.

Causan menos desperdicios

Al cumplirse los 3 meses de uso —o cuando las cerdas están gastadas— es tiempo de cambiar el cepillo dental. Pero en el caso de los artefactos eléctricos solo se recambia el cabezal, no todo el instrumento.

Al no tener que tirar todo el cepillo de dientes cada vez que se cambia, se reduce la producción de basura. Pese a esto, algunos modelos son de un solo uso. En cualquier caso, no se consideran amigables con el medio ambiente, ya que implican un gasto de energía que los cepillos manuales no requieren.

Mejoran la concentración durante el cepillado

Según un estudio compartido en Journal of Clinical Dentistry, las personas se concentran más al limpiarse los dientes con un cepillo eléctrico. Esto permite seguir un orden y una rutina precisa que evita olvidar zonas. Además, ser conscientes del momento de limpieza oral mejora la experiencia, la aceptación y la repetición del hábito.

Favorecen la salud oral en personas con ortodoncia

El uso de aparatos de ortodoncia facilita el acúmulo de placa bacteriana y dificulta la higiene oral. Los cepillos de dientes eléctricos son una alternativa rápida y fácil para mantener la boca de estos pacientes en buenas condiciones.

Un estudio determinó que estos cepillos, con respecto a los manuales, facilitan y mejoran la higiene dental de los pacientes que usan aparatos. Esto repercute en el mantenimiento de la salud oral durante el tratamiento.

Motivación para los más chicos

Algunos niños rechazan la idea de cepillarse los dientes todos los días. Utilizar un instrumento eléctrico puede despertarles interés. Incluso, transforma el momento de la higiene dental en un juego divertido.

Elegir un cepillo eléctrico atractivo es una buena motivación para establecer este hábito saludable. De todos modos, lo recomendable es comenzar a usarlos después de los 8 años.

Cuando los pequeños comiencen a encargarse de realizar el cepillado de sus dientes por sí mismos, el riesgo de cometer errores y dejar zonas sin limpiar será menor.

Desventajas del cepillo de dientes eléctrico

No hay que ignorar que los cepillos de dientes eléctricos también tienen algunas desventajas. Por ejemplo, son más costosos que los manuales y requieren un recambio de cabezal cada tres meses. Además, puede ser difícil encontrar los repuestos de cabezal adecuados.

Para evitar este problema se pueden comprar muchos cabezales de repuesto en el momento de adquirir el cepillo dental. No obstante, esto incrementa aún más el costo inicial.

Por último, a algunos les molesta la sensación que provocan las vibraciones en la boca. Incluso, hay quienes experimentan una mayor producción de saliva debido a los movimientos. Esto resulta bastante incómodo porque puede llevar a ensuciarse al realizar la higiene.

Beneficios del cepillo de dientes manual

Los cepillos de dientes manuales son un instrumento presente en la vida de las personas desde hace mucho tiempo. Su diseño no incluye las funciones sofisticadas que poseen los artefactos eléctricos. Asimismo, son una herramienta eficaz a la hora de limpiar los dientes y evitar la gingivitis.

En esta categoría se incluyen todos los cepillos que requieren de nuestra energía para realizar los movimientos de limpieza. En la actualidad existen variados diseños para responder a diferentes necesidades orales.

Usarlo 2 veces al día, todos los días y de manera correcta, procurando alcanzar todas las superficies de todos los dientes de la boca, contribuye a la eliminación de la placa bacteriana. Además, tienen los siguientes beneficios.

Son accesibles

Los cepillos de dientes manuales se pueden encontrar en casi cualquier supermercado, farmacia, gasolinera o quiosco. Y al no requerir enchufes ni baterías para funcionar, se pueden usar en cualquier momento y lugar.

Su precio es muy variable, de acuerdo a las características y el diseño. De todos modos, se pueden encontrar versiones muy económicas que cumplen muy bien su función. Por lo tanto, son rentables.

El cepillo de dientes manual ayuda a mantener la boca limpia, siempre y cuando se use de forma adecuada.

Diferentes opciones

Los cepillos de dientes manuales varían en modelos y características. Se pueden encontrar con cerdas duras, intermedias o suaves para responder a distintas necesidades. También existen variedades interdentales, para ortodoncia o para problemas periodontales.

Los cepillos extrasuaves, por ejemplo, se recomiendan para casos en los que hay que cuidar los tejidos orales. Después de una cirugía oral, donde hay puntos de sutura y la zona está dolorida, el uso de un cepillo posquirúrgico permite realizar una limpieza cuidadosa.

También existe una gran variedad de diseños para niños. Los mangos cortos y anchos facilitan el agarre con manos pequeñas. Y los cabezales estrechos permiten acceder con facilidad a los dientes de los más pequeños. Opciones coloridas y con personajes de moda ayudan a que los infantes se motiven a usar estos productos.

Contras del cepillo de dientes manual

La higiene bucodental con el cepillo manual depende del operador. El éxito de la tarea obedece a su capacidad para llegar a las zonas difíciles, para realizar la técnica adecuada durante el tiempo indicado y para ejercer la presión correcta; suficiente, pero no excesiva. Por estas cuestiones, el riesgo de cometer algunos errores es mayor.

Un estudio halló que las personas que utilizaban un cepillo de dientes manual, en vez de uno eléctrico, tenían más riesgo de cepillarse demasiado fuerte. Esto puede lastimar las encías y dañar el tejido dentario.

La duración del cepillado también es algo más difícil de controlar, pues aquí no hay temporizador incorporado. Colocar uno de estos artefactos en el baño o valerse de un reloj pueden resolver este problema.

Cómo usar el cepillo de dientes eléctrico y manual

Como hemos acentuado a lo largo de este artículo, la parte fundamental de la higiene dental es realizar una técnica adecuada  y hacerlo todos los días, 2 veces al día, durante al menos 2 minutos. La manera ideal para cepillarse los dientes es la siguiente:

  • Elegir el cepillo de dientes eléctrico o manual que mejor se adapte a las propias necesidades. Hay que fijarse que tenga el tamaño adecuado para la boca. Es buena idea asesorarse con el dentista de confianza para optar por el más indicado.
  • Se deben evitar las cerdas duras que irritan las encías. La ADA recomienda utilizar cepillos de filamentos suaves.
  • Usar pasta dental con flúor. Esto ayuda a controlar la placa bacteriana y a prevenir las caries.
  • Sostener el cepillo en un ángulo de 45 grados, colocándolo en la unión de dientes y encías.
  • Cepillar con suavidad todas las superficies de todos los dientes presentes en la boca. Esto incluye la parte interna, la externa y las caras que se utilizan para masticar. Dividir la boca en 4 cuadrantes (superior e inferior, derecho e izquierdo) y seguir un orden al realizar la limpieza ayuda a no olvidar ningún sector sin higienizar.
  • Por último, se debe cepillar la lengua.
  • Además, es importante usar hilo dental una vez al día, antes o después del cepillado.
  • El uso de enjuagues bucales es opcional. Se puede terminar la limpieza realizando buches con estos productos. Pero de ningún modo estos líquidos reemplazan el uso del hilo y del cepillo.

Cuidar tu cepillo de dientes

La elección del cepillo de dientes depende de las necesidades particulares de cada boca y de las preferencias del paciente. El dentista puede guiar a la persona sobre los beneficios de optar por un instrumento específico ideal para su boca en ese momento.

Sea cual fuere la elección, ambas opciones requieren mantenimiento y cuidados para cumplir su propósito.

  • Según la ADA, todos los cepillos de dientes deben reemplazarse cada 3 o 4 meses. También deben cambiarse si se estuvo enfermo, las cerdas están abiertas o se ven deshilachadas.
  • En el caso de los cepillos de dientes manuales, todo debe ser reemplazado. Los eléctricos, en cambio, suelen necesitar solo el recambio del cabezal extraíble.
  • Para su mantenimiento es importante lavar bien las cerdas luego de cada uso y dejar que se seque al aire libre, colocándolo en una posición vertical.
  • Se debe evitar su almacenamiento en compartimentos cerrados, pues la humedad favorece la acumulación de microorganismos.
  • También es importante evitar el contacto con otros cepillos dentarios y, por supuesto, no compartir esta herramienta con otra persona.

El cuidado de la boca depende de cada uno. Ya sea que se elija un cepillo de dientes manual o eléctrico, con la técnica correcta y la frecuencia adecuada se puede gozar de una sonrisa sana.

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