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Descubre el secreto para podar lavanda leñosa y tenerla impecable

Bienvenidos a mi artículo sobre cómo podar lavanda leñosa y mantenerla perfecta en tu jardín. La lavanda es una planta que requiere poda regular para asegurar su crecimiento saludable y duradero. En este video, aprenderás cómo podar la lavanda, las herramientas necesarias y cuándo es el mejor momento para realizar esta tarea.
¿Por qué es necesario podar la lavanda?
Si no podas regularmente la lavanda, comenzará a volverse leñosa y desarrollará tallos duros en la parte inferior. Esto puede hacer que la planta se vea descuidada y también reduce su vida útil. Los tallos leñosos no vuelven a brotar fácilmente, por lo que es importante podar la lavanda con frecuencia para mantener los tallos leñosos lo más bajos posible.
¿Cómo podar la lavanda?
Para podar la lavanda, es importante tener a mano unas tijeras de podar afiladas. Busca los tallos que se están volviendo marrones y marca un punto aproximadamente 5 centímetros por encima de la parte verde. Corta la lavanda justo encima de esta marca para asegurar un buen crecimiento y floración.
Recuerda respirar hondo y entender que la poda es lo mejor para la planta. Si no podas la lavanda, comenzará a desarrollar tallos leñosos y la planta se verá descuidada. Además, su vida útil se reducirá considerablemente.
Es importante tener en cuenta que la cantidad de podas que realices dependerá de la variedad de lavanda que tengas. En general, se recomienda podar la lavanda francesa y española al menos dos veces al año: una a fines de invierno y otra a fines de verano. Estas podas ayudarán a evitar que la planta desarrolle la parte leñosa y también ayudarán a eliminar las ramas y hojas secas que pueden haber sufrido durante el clima extremo del verano y el invierno.
Si tienes lavanda inglesa, que se cultiva en climas fríos, es recomendable podarla a fines de verano. Esto ayudará a que la planta soporte mejor las bajas temperaturas y florezca en primavera.
