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Ahorra en luz con este sorprendente TRUCO
En este artículo te enseñaré un simple truco para ahorrar energía y pagar menos en tu factura de luz. Antes de comenzar, es importante entender cómo funciona la electricidad en nuestras casas. La corriente alterna que llega a nuestros hogares tiene una forma de onda senoidal, con un voltaje de 120 o 220, dependiendo del país. Esta forma de onda es importante para entender por qué podemos ahorrar energía con este truco.
En nuestros hogares, utilizamos electrodomésticos que pueden ser clasificados en dos tipos: los que utilizan resistencias y los que utilizan motores o transformadores. Los electrodomésticos como las cocinas eléctricas, que utilizan resistencias, tienen una corriente que está en fase con el voltaje. Esto significa que la corriente y el voltaje se cruzan por cero al mismo tiempo. El cálculo del consumo eléctrico en este caso es simple: potencia es igual a voltaje por corriente.
Por ejemplo, si una cocina eléctrica consume 10 amperios a 120 voltios, su consumo eléctrico será de 1200 vatios. Esto significa que la cocina consume el 100% de la energía que exige de la red eléctrica.
Sin embargo, los electrodomésticos que utilizan motores o transformadores, como las neveras, aires acondicionados, lavadoras, microondas, entre otros, representan cargas inductivas. Estas cargas inductivas producen un desfase en la corriente con respecto al voltaje. Esto significa que la corriente se adelanta o atrasa en relación al voltaje.
Este desfase entre el voltaje y la corriente genera una potencia reactiva, que no es aprovechada y que representa un consumo innecesario en nuestra factura de luz. La potencia reactiva es generada por el desfase entre la corriente que consume la carga inductiva y el voltaje de la red eléctrica.
El truco para ahorrar energía consiste en utilizar un capacitor de alto valor de microfaradios en paralelo a la red eléctrica, que sea lo suficientemente grande para reducir el desfase entre el voltaje y la corriente. Este capacitor actuará como una carga capacitiva, corrigiendo el desfase producido por las cargas inductivas y reduciendo la potencia reactiva.
El capacitor puede ser conectado en paralelo a la red eléctrica, en el momento en que los electrodomésticos que representan cargas inductivas están funcionando. Es importante desconectar el capacitor cuando no se estén utilizando estos electrodomésticos, para evitar el consumo de potencia reactiva innecesaria.
También es importante destacar que el valor de voltaje del capacitor debe ser mayor al voltaje de la red eléctrica de tu casa. Por ejemplo, si tu casa trabaja con 120 voltios, el capacitor debe tener un valor de al menos 200 voltios. Si trabajas con 220 voltios, el valor del capacitor deberá ser de al menos 400 voltios.
Existen capacitores de trabajo o de marcha que se pueden encontrar en sistemas de refrigeración, con valores de microfaradios bastante altos. Estos capacitores están diseñados para estar conectados permanentemente a la red eléctrica y trabajar de forma normal.
Utilizar este simple truco puede ayudarte a reducir el consumo de energía y pagar menos en tu factura de luz. Además, al reducir la potencia reactiva, estarás ayudando a estabilizar el voltaje en la red eléctrica y evitar posibles picos de corriente.
Recuerda siempre tener precaución al manipular los capacitores, ya que pueden cargar valores muy altos de voltaje. Si tienes alguna duda, déjame un comentario y estaré encantado de ayudarte.