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Descubre el poder reparador de esta vitamina esencial
¿Conoces la vitamina K, la vitamina de la coagulación que promete un envejecimiento saludable? Esta vitamina es esencial para la salud, ya que contribuye a producir las proteínas necesarias para la coagulación sanguínea y la reparación de huesos y tejidos. Aunque menos conocida que la vitamina C o la vitamina D, la vitamina K resuena cada vez con más fuerza por sus múltiples bondades.
Vitamina K: La vitamina de la coagulación
La vitamina K es fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. Esta vitamina, menos conocida que otras como la vitamina C o la vitamina D, juega un rol clave en la salud, ya que contribuye a producir las proteínas necesarias para la coagulación sanguínea y la reparación de huesos y tejidos. Su descubrimiento se remonta a finales de la década de 1920 gracias a las investigaciones del bioquímico danés Henry Dam. Desde entonces, se ha estudiado en detalle su función bioquímica y su importancia en la prevención de sangrados durante procedimientos quirúrgicos y como suplemento para los recién nacidos.
Funciones de la vitamina K
La principal función de la vitamina K es la síntesis de proteínas que produce el hígado, denominadas factores de la coagulación. Estas proteínas son necesarias para evitar sangrados. Además de su papel en la coagulación sanguínea, la vitamina K también colabora en la formación de la osteocalcina, una proteína que proporciona salud a los tejidos y células óseas. Esto garantiza la vitalidad de la estructura músculoesquelética y previene su deterioro y oxidación.
Alimentos ricos en vitamina K
Existen varios alimentos que son ricos en vitamina K. Las verduras de hojas verdes, como la acelga, la espinaca y el kale, son una excelente fuente de esta vitamina. Por cada 100 gramos de cualquiera de estos alimentos, se obtienen 500 microgramos de vitamina K. Esto supera ampliamente la cantidad diaria recomendada, que es de 20 microgramos para hombres mayores de 19 años y 90 microgramos para mujeres.
Otro grupo de alimentos que contiene vitamina K son las crucíferas, como el brócoli y los coles de Bruselas. Estos alimentos aportan entre 120 y 180 microgramos de vitamina K por cada 100 gramos. Además de la vitamina K, estas plantas también poseen vitamina C y E, así como diversos minerales como hierro, selenio, magnesio, zinc, oro y calcio, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Entre las frutas, el kiwi destaca como una buena fuente de vitamina K. Por cada 100 gramos de kiwi, se obtienen 40 microgramos de esta vitamina.
Deficiencia de vitamina K
Una deficiencia de vitamina K puede manifestarse cuando hay problemas para absorberla, como consecuencia de diferentes enfermedades hepáticas, intestinales o del páncreas. La fibrosis quística, la mala absorción de grasas, la malnutrición crónica y el alcoholismo también pueden originar una deficiencia de vitamina K. La ausencia de esta vitamina puede provocar sangrados, hematomas y alteraciones en algunas de las proteínas involucradas en la coagulación.
Las personas mayores y los recién nacidos son más vulnerables al déficit de vitamina K. En el caso de los adultos mayores, sus dietas suelen no estar balanceadas, lo que puede resultar en una falta de esta vitamina. En los recién nacidos, se les realiza un aporte rutinario de vitamina K al momento de nacer.
Es fundamental incorporar todos los nutrientes que el cuerpo necesita a través de una alimentación equilibrada y variada, donde se prioricen alimentos de todos los colores y de temporada. De esta forma, se asegura que no haya déficit de ninguna vitamina ni de ningún mineral.
Es importante tener en cuenta que las personas en tratamiento con anticoagulantes deben consultar a su médico, ya que si bien no deben eliminar de su dieta diaria las verduras de hojas verdes o las coles, es importante que no consuman altas cantidades de vitamina K, ya que esto puede interferir en la función de los medicamentos anticoagulantes.
En resumen, la vitamina K es esencial para el correcto funcionamiento del organismo, especialmente en lo que respecta a la coagulación sanguínea y la salud de los tejidos y células óseas. Consumir alimentos ricos en vitamina K, como verduras de hojas verdes y crucíferas, así como frutas como el kiwi, puede asegurar un adecuado aporte de esta vitamina. Sin embargo, es importante tener en cuenta posibles deficiencias y consultar a un médico en caso de estar bajo tratamiento con anticoagulantes.