¿Pies hinchados? Retención de líquido

Si has notado que tus pies han comenzado a hincharse de un día para otro sin motivo aparente, te comentamos que puedes estar atravesando por un proceso de retención de líquido en tu cuerpo. Si te interesa saber por qué y cuándo ocurre la retención de líquido, te decimos todo lo que debes conocer.

Al ver la formación de las tumultuosas dilataciones en nuestras piernas, enseguida nos asustamos. El susto llega sobre todo porque la retención del líquido o edema en nuestras piernas hacen que estas pesen y que se dificulte la acción de caminar. Indiscutiblemente, es un tema para preocuparse, ya que aunque sabemos que las piernas sostienen todo nuestro cuerpo, lo normal es que estas no se hinchen. Inmediatamente, al comenzar la retención de líquido, nuestro cuerpo lo informa, a partir de síntomas muy específicos.

¿Qué síntomas provoca la retención de líquido?

A pesar de que la retención de líquidos se manifiesta con mayor intensidad en los pies y piernas, lo cierto es que no es este el único lugar donde se puede evidenciar. También los párpados, cara y manos pueden hincharse debido a este e incluso aspecto hinchado puede generalizarse en todo el cuerpo.

Los síntomas de retención de líquidos en los pies y piernas son muy específicos. Entre ellos se encuentra:

• La pesadez en las piernas, que te dificulta caminar.
• Cansancio general
• Calambre en las piernas.
• Adormeciendo sobre todo en la zona de los tobillos

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¿Por qué ocurre la retención de líquido en el cuerpo?

El edema o retención de líquidos, se conoce como la acumulación excesiva de líquidos en los tejidos. Las causas que lo provocan pueden ser variadas, pero las más comunes son los problemas circulatorios, enfermedades renales o hepáticas, insuficiencia cardíaca, congestiva. Además de estas causas, también puede aparecer retención de líquidos sin tener alguna causa conocida produciéndolo, lo que se conoce como edema cíclico idiopático.

Las causas que pueden provocar la retención de líquido son múltiples. A continuación te mencionamos algunas:

• Incorrecta hidratación mantenida por días.
• Elevado consumo de alimentos con elevado contenido de sal, lo que se traduce a una mala o inadecuada alimentación.
• Extendidos periodos de pie o sentada, es decir, llevar un estilo de vida sedentaria.
• Cambios hormonales como el embarazo o la ovulación. Durante el embarazo se considera normal que la mujer tenga problemas como la retención de líquido, y esto se debe a los constantes cambios hormonales.
• Consumo de determinados medicamentos como estrógenos, corticosteroides, antiinflamatorios, no esteroides, fármacos para la tensión arterial.
• Enfermedades derivadas del corazón, hígado o riñones, además alteración de la tiroides.

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Consejos para evitar la retención de líquido

Sigue una alimentación variada y equilibrada. Lo ideal es mantener una dieta rica en potasio, ya que este mineral regula los niveles de agua en el organismo. Además, te recomendamos consumir con frecuencia otros alimentos como patatas, calabacín, legumbres, frutas como el plátano, piña, etc.

Consume poca sal. Usa la sal con mucha moderación para tus comidas, ya que este provoca la retención de líquido. Además, evita los alimentos que contienen mucha sal como los alimentos conservados, congelados, precocinados, fritos, ahumados y también los embutidos.

Mantener un peso saludable. La obesidad o sobre peso hace que retengas líquido, por lo que debes acudir a un nutricionista o dietista para que indique un plan beneficioso para llevarte al peso ideal.

Consume abundante agua durante el día. A lo largo del día debes consumir 1,5 litros de agua para que puedas estar hidratada. El agua ayuda a la depuración del organismo para eliminar las toxinas y a restablecer el equilibrio hídrico.

Evita la vida sedentaria. La práctica de ejercicio físico o laguna actividad física durante el día ayudará a que la sangre fluya de la forma correcta y a su vez exista un buen retorno venoso. Puedes caminar, nadar, bailar, patinar, o hacer el ejercicio que desees cada día.

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